Primer cuatrimestre

La composición del gasto público durante el período 2003-2010

Estado y Administración Pública


Andrea López y Norberto Zeller[1]

Dirección de Investigaciones-INAP

Introducción

En este trabajo se presenta un marco general del nuevo perfil que ofrece el gasto público co gasto pdurante el período 2003-2010, correspondientes a las gestiones presidenciales del Dr. Néstor Kirchner y de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner[2]. Tomando como fuente las Leyes de Presupuesto General de la Administración Pública Nacional de los ejercicios respectivos, el análisis se despliega en tres dimensiones. Éstas son: la Administración Central (áreas centrales de Presidencia y de los Ministerios y de los Poderes Legislativo y Judicial, así como el Ministerio Público), la Administración Descentralizada (organismos dependientes de las áreas centrales, con personalidad jurídica y que -en muchos casos- cuentan con recursos propios) y los Institutos de Seguridad Social, que si bien son organismos descentralizados y poseen recursos provenientes de las cargas previsionales y de otros aportes impositivos establecidos por Ley, se mantienen discriminados por el gran volumen de gasto asignado (comprende a la ANSES y las Cajas Militar y Policial). 

Como se analizara en un trabajo anterior (López y Zeller, 2010), las tres finalidades con mayor incidencia en el gasto público durante la década de los 90 fueron los servicios sociales, el servicio de la deuda pública y la administración gubernamental.

A propósito del primero, no puede dejar de considerarse cómo afectó al sostenimiento de las prestaciones de la seguridad social (que implicaron más del 60% del gasto social) la rebaja de los aportes patronales y la reforma previsional de 1994, además de las transferencias de las Cajas Provinciales, llevando al Estado nacional a cubrir el déficit con  aumentos de impuestos, reducciones en los salarios y en las jubilaciones y con mayor deuda, a tasas crecientes. La privatización de la administración de los fondos jubilatorios favoreció el desfinanciamiento del sector público y, mientras la ANSES se hacía cargo de los pagos a los jubilados y pensionados y de la Prestación Básica Universal y de la Prestación por Permanencia, las A.F.J.P. administraban los ingresos genuinos de los activos casi sin pasivos a cargo. Este esquema contribuyó al déficit público y al aumento exponencial  de la Deuda Pública (Bermúdez, 2002)[3].







En cuanto al segundo, para el 2001 la deuda pública[4] llegó a representar un 22% del gasto por finalidad, al tiempo que disminuía el gasto previsional en casi 20 millones y a expensas de menores recursos en servicios económicos (desde 1993, en último lugar), en defensa y seguridad y en administración gubernamental que, para este año experimenta la mayor reducción (11% del total) debido a las medidas de ajuste llevadas a cabo bajo la Presidencia del Dr. De la Rúa, como el cierre y fusión de organismos y la quita salarial del 13%.

Por último, en los gastos de funcionamiento del Estado – cuyo crecimiento es mayor entre el 91 y el 94- se observa el predominio de los gastos ligados a la administración fiscal y las relaciones interiores,  aspectos que- junto con el afianzamiento de la función represiva- conformaban la mayor proporción de los egresos de la Administración.  

Tras la salida anticipada del gobierno de la Alianza y luego de una serie de breves interinatos, asume la presidencia de la Nación -en enero de 2002- el senador Eduardo Duhalde y cobra lugar la sanción de la Ley No 25.561 de “Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario” que postula, entre otras medidas, el abandono del régimen de convertibilidad. Frente al escenario de crisis abierto en el año 2001, y luego de una primera etapa destinada a contener con medidas de emergencia las gravísimas consecuencias económicas y sociales, las transformaciones operadas a partir de la asunción del Presidente Néstor Kirchner, en mayo de 2003, expresan un cambio significativo en las prioridades de asignación del gasto público, en lo que refiere a educación, ciencia y tecnología, desarrollo de infraestructura económica e inclusión social, bajo un marco de solvencia fiscal[5] que refuta la supuesta ineficiencia estatal congénita, declamada en la década de los 90.

El nuevo rumbo de la política económica y social iniciado en el año 2003, y que tendrá continuidad a partir de la sucesión presidencial de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner en el 2007, tiene su expresión –como pretende analizar este trabajo- en el presupuesto nacional en tanto vector principal de la articulación “material” entre el Estado y la sociedad, dado que -como señala Oszlak (1994, p.8)- dicha herramienta es central para entender “donde se decide quién recibe qué, cuándo y cómo”.

I. El Presupuesto Nacional: Algunas claves para su comprensión


El presupuesto del Estado Nacional constituye un instrumento de las políticas públicas y de los programas y proyectos que de ellas se derivan. Refleja tanto las políticas de Gobierno como las funciones estatales sustantivas del Estado y la Administración Pública. Por lo tanto, en cada época pone en evidencia las características esenciales del funcionamiento estatal, así como la orientación de las políticas públicas que cada Gobierno considera prioritarias. También, es una herramienta central de la planificación del Estado, dado que el detalle de las inversiones de capital y en infraestructura social  supone  impactos concretos en la sociedad civil. 





Asimismo, el presupuesto muestra la conformación de la organización del Estado. Define cómo se distribuyen los gastos de funcionamiento entre los tres poderes estatales y al interior de cada poder. De acuerdo al mandato constitucional, el Presidente de la Nación es el jefe de la administración, por lo que la Administración Pública, desde la perspectiva organizacional, depende del P.E.N.  Bajo su esfera se encuentran los Ministerios y Secretarías de Estado (administración central), los Organismos Descentralizados (con cierta autarquía presupuestaria) y las Instituciones de Seguridad Social (que administran fondos públicos no estatales). En tanto, las Universidades Nacionales son organismos autónomos porque poseen autogobierno y autarquía financiera. Su personal docente y no docente no es considerado dentro del personal estatal, a pesar de que sus salarios son abonados por el Estado Nacional. 

EL Estado Nacional, además, desembolsa otros recursos como los denominados Obligaciones del Tesoro, dirigidos al pago de contribuciones y subsidios a las provincias y al sector privado. También se presupuestan las transferencias a los organismos descentralizados que no cubren sus gastos con sus ingresos. La crisis de la Seguridad Social, puesta de manifiesto en la década de los años 80, obliga a que -desde el año 1988- una parte de los impuestos coparticipables se destine a financiar dicho rubro, dado que las contribuciones son menores que los egresos ocasionados por el pago de las jubilaciones y pensiones. En este sentido, a partir de la dictadura militar del año 1976, se implementó una política de disminución de los aportes patronales que coadyuvó a desfinanciar el sistema de la seguridad social. Se estima que sólo alrededor del 50 % anual se costea con las contribuciones salariales y patronales. Sumado a esta situación, resta señalar que las cajas de Defensa y de la Policía Federal son claramente deficitarias y los otros sistemas de retiros de los organismos de seguridad interior están directamente a cargo del Estado.   

La relación fiscal entre el Estado Nacional y los estados provinciales y -en menor medida- con los municipios, también se refleja en el Presupuesto Nacional. En él se define qué recursos recauda el Estado Nacional y cómo se reparten entre las  provincias, en virtud de la Ley de Coparticipación Federal de Impuestos. En esta materia, la distribución geográfica del gasto público nacional es un indicador preciso del monto presupuestario que recibe cada provincia por parte del Estado Nacional y que puede mejorar -o no- la situación en aquellas jurisdicciones con menor desarrollo relativo del país.

De igual modo, el presupuesto debe considerarse como un instrumento clave para el análisis de la relación entre el Estado y la Sociedad Civil. Incide en la distribución de los ingresos, en función de los impuestos y contribuciones que deben realizarse en materia de ganancias, rentas, salarios, ahorro y consumos. A la vez,  la orientación del Gasto cobra relevancia por el impacto del salario indirecto en las condiciones de vida de los asalariados y de los sectores de bajos ingresos. En este aspecto, la seguridad social y las políticas sociales como la salud y la educación públicas, junto con los subsidios tarifarios a los servicios públicos, están directamente relacionados con la calidad de vida de esos sectores sociales. Por su parte, la inversión de capital en infraestructura apoya a la mejora de la actividad económica y de las condiciones de hábitat de la población, mientras que  la política presupuestaria puede también apuntalar la formación del ahorro nacional, con las inversiones en el sistema bancario y financiero.





         
Los recursos consagrados a las erogaciones proyectadas anualmente  comprenden  la recaudación de los Impuestos, los Ingresos de Capital, los ingresos de la Seguridad Social y otras variantes, como los financieros, tasas, aranceles, cobro de intereses, etc. En cuanto a los gastos,  pueden discriminarse los Gastos Corrientes - referidos al funcionamiento de la administración y al pago de salarios, junto con los gastos en insumos, subsidios, transferencias, etc.- y los Gastos en Capital, vinculado a las inversiones públicas en infraestructura, a los aportes de capital y demás inversiones en acciones.

Asimismo, deben consignarse los ingresos y gastos de carácter financiero. Este rótulo alude a la deuda pública que toma el Estado para financiar determinadas acciones y a otros ingresos, como los intereses por depósitos bancarios, mientras que -en materia de gastos- los pagos de la deuda pública en capital e intereses ocupan la mayor proporción.  

El Presupuesto Nacional muestra cuatro grandes fases en el tiempo. Primero, los tres poderes estatales y sus organismos elaboran su propuesta en base a lo que consideran necesario para ejecutar sus políticas y programas para el año entrante. Posteriormente, la Jefatura de Gabinete de Ministros y el Ministerio de Economía y Finanzas elevan la propuesta final a la Presidencia, que presenta el “proyecto de Ley del Presupuesto Nacional de Recursos y Gastos del Estado Nacional” ante el Congreso Nacional en el mes de septiembre de cada año. El Congreso Nacional discute la propuesta y sanciona la “Ley del Presupuesto Nacional”,normalmente, en el mes de diciembre. El debate puede concluir con importantes cambios a la iniciativa del Poder Ejecutivo y, de no haber aprobación, se prorroga el presupuesto del año anterior. 

Una vez sancionada la Ley de Presupuesto, el Poder Ejecutivo ejecuta el gasto de acuerdo a lo aprobado. El Presidente de la Nación y su Ministro responsable de la administración pública que -desde la reforma constitucional del año 1994-  es el Jefe de Gabinete de Ministros, poseen autorización para reasignar las partidas presupuestarias de acuerdo con las prioridades coyunturales. A tal efecto, el Ejecutivo puede reasignar gastos y sub ejecutar otros, si en determinadas coyunturas políticas las intervenciones estatales así lo demandaran. Por último, el Congreso Nacional debe revisar y aprobar los presupuestos nacionales efectivamente ejecutados para cada año fiscal.


II. El Estado Nacional: Aspectos principales del gasto público

En cuanto al gasto público analizado por finalidad, el proceso político inaugurado en 2003 irá presentando variaciones significativas por la importancia que adquiere el gasto social, con alto impacto en la seguridad social y en las funciones de  educación y ciencia y técnica, y – a diferencia de la década de los 90-   en el gasto en servicios económicos, así como por el peso decreciente –aunque todavía preponderante-de la deuda pública. 






 En 2003, la composición de los egresos privilegia la continuidad de las medidas impuestas a partir del 2002, a los efectos de paliar la crisis económica y social originada en el 2001. Sobre el gasto total, los porcentajes más significativos corresponden a los Servicios Sociales ( 60,46%, en especial los sistemas jubilatorios y el “Plan de Emergencia Social”) y al pago de la Deuda Pública (22,62%), seguido de los servicios en Seguridad y Defensa (7,02%), y Administración Gubernamental (6,01%). En tanto, los Servicios Económicos (3,87%) se mantienen estables.

Para el 2004, con una suma total levemente menor, el gasto asignado a los Servicios Sociales incrementa su participación en el total  (67,65%) y, si bien en segundo lugar se ubica el monto destinado al pago de la Deuda Pública con el 11,64 %, puede observarse que la cifra es inferior a la imputada en años anteriores, debido al proceso de reestructuración iniciado en 2003, tras la declaración de la cesación de pagos de la deuda externa en diciembre del año 2001. El resto de los rubros se mantienen relativamente estables (Servicios de Defensa y Seguridad: 8,12 %, Administración Gubernamental: 7,17 %), mientras que comienza a observarse el paulatino influjo que irá adquiriendo el gasto destinado a los Servicios Económicos, con el 5.43 %.

En efecto, para 2005 esta finalidad llega a representar casi el 10%, desplazando a los servicios en Seguridad y Defensa (7,57%) y a los Gastos Gubernamentales (6,84%). No obstante, los Servicios Sociales (63,06%) y el pago de la Deuda Pública (12,98%) siguen manteniendo su predominio, pero éste último con montos absolutos inferiores a años anteriores.

El 2006 mantiene la tendencia en alza del gasto Social (64,15%) y ello muestra el enorme peso del sistema previsional como principal componente de esta función en particular y del gasto total. En tanto, el servicio de la Deuda Pública continúa descendiendo (11,36%), tras la culminación –en junio de 2005- del proceso de renegociación de la deuda pública instrumentada en bonos y la cancelación anticipada de los compromisos financieros con el FMI en enero de 2006[6]. Por su parte, los servicios económicos vuelven a experimentar un crecimiento en el gasto (10,75%), y defensa y seguridad participan con el 7,25% y administración gubernamental con el 6,48%.

 A diferencia, para 2007, mientras las finalidades servicios sociales (63,09%), defensa y seguridad (6,88%) y administración gubernamental (5,46%) bajan su participación en el total, el servicio de la deuda se incrementa (12,48%) y los servicios económicos también (12,07%). 

Cuadro 1. Gastos según Finalidad (2003 a 2007) (en pesos)

Finalidad
2003
2004
2005
2006
2007
Administración Gubernamental
3.712.055.653
4.158.904.772
5.294.834.721
6.074.766.216
6.185.893.961
Defensa y Seguridad
4.335.093.312
4.871.335.023
5.861.781.242
6.756.962.853
7.795.962.046
Servicios Sociales

37.345.064.195
40.575.181.170
48.846.172.609
60.144.158.933
71.435.617.515
Servicios Económicos
2.391.993.638
3.212.740.709
7.475.704.251
10.100.614.312
13.670.143.937
Deuda Pública

13.974.280.676
6.893.880.530
10.052.332.000
10.645.909.000
14.133.748.000
Totales

  61.758.487.474
59.712.042.20 4
77.530.824.823
93.722.411.314
113.221.365.459

Fuente: Elaboración propia en base a las Leyes de Presupuesto Nacional 2003 a 2007.



En el año 2008, como en los anteriores, los egresos más importantes de la nueva gestión gubernamental corresponden a los Servicios Sociales, que representó el 64,49 % del gasto total. Para el año 2009 experimenta una leve baja (63.60 %), ocupando - en el 2010- el 60,6%. De este modo, desde el año 2003 hasta el 2010, este gasto se incrementó en 128.249.551.282 millones de pesos, lo que implica un 443,41 %. Aquí cobra relevancia  el peso que tiene la ANSeS en el presupuesto Nacional, relacionado con la incorporación de más de 2 millones de nuevos jubilados durante todo el período, el aumento bianual de los pagos jubilatorios y de las asignaciones familiares de los asalariados registrados y -en especial- de la implementación –en 2009- de la Asignación Universal por Hijo.  Es de prever que, de continuar con una política social de tipo universal, estas erogaciones continuarán siendo muy significativas dentro de las políticas públicas nacionales[7].
     
En 2009, el gasto aplicado a los Servicios Económicos crece en 21.171.098.583 millones de pesos y representa el 20,10 % del total, mientras que la Deuda Pública incrementa su monto en 5.409 mil millones de pesos, e insume  el 10,52 %. Este último porcentaje es levemente mayor al de  los gastos empleados en  Administración y Defensa y Seguridad que, con  el 10,25 % del total del gasto, continúa ubicando a las funciones básicas del Estado en último término y muestra la gravitación de los fondos destinados al pago de la deuda.

Del mismo modo, para el año 2010, el segundo gasto en importancia según la finalidad remite a los Servicios Económicos que, sumado a los egresos en Servicios Sociales constituyen el  76,98 % del gasto total. A su vez, el 23,03 % restante se consigna a las demás finalidades, correspondiéndole un 13,36 % al funcionamiento de los aspectos esenciales del Estado, como la Administración Gubernamental y los Servicios de Defensa y Seguridad Interior. Cabe destacar que por primera vez, en el año 2010, el gasto vinculado al ejercicio de la Administración tiene un monto mayor que el ocupado para la Defensa y Seguridad Interior.


Cuadro 2. Gastos según Finalidad (2008 a 2010) (en pesos)

Finalidad
2008
2009
2010
Administración Gubernamental
7.881.285.213
10.777.537.842
19.846.341.150
Defensa y Seguridad
9.899.712.336
13.204.061.732
16.979.284.114
Servicios Sociales

98.720.431.916
138.223.072.048
165.594.615.477
Servicios Económicos
25.845.933.709
47.017.032.292
46.682.960.176
Deuda Pública

19.209.099.000
24.618.006.000
26.676.223.000
Totales

161.486.462.174
233.839.709.914
275.779.423.917

Fuente: Elaboración propia  en base a las Leyes de Presupuesto Nacional 2008 a  2010.



Como cierre del período, los cambios centrales que evidencia la composición del gasto respecto de las gestiones estatales de las décadas anteriores pueden apreciarse en los siguientes términos:

a)   Si bien el gasto público total experimentó un crecimiento gracias a una mejor gestión de la acción recaudatoria del Estado y -en especial- de las contribuciones a la Seguridad Social, se ha mantenido el superávit fiscal como condición necesaria para reconstruir las capacidades políticas e institucionales del Estado. Del mismo modo, el incremento del gasto en el año 2010 muestra una clara decisión política orientada a sostener la demanda agregada y a revertir el estancamiento económico del primer semestre del año 2009. En términos del PBI, a lo largo del período analizado, el gasto público nacional registra un aumento del 15,6% al 24,1% (gráfico 1).

                                     Gráfico 1

(1)     Incluye el gasto nacional, provincial y Municipal
(2)     --- (gasto consolidado)  // --- (gasto público nacional)
Fuente: CIFRA_CTA (2011)


b)   El gasto destinado a los Servicios Económicos ha experimentado el mayor aumento, pasando de representar del 3,87% del gasto total por finalidad en el año 2003, al 16,2% en 2010. Este rubro ha permitido apuntalar el crecimiento económico y consolidar, luego de 35 años, un modelo de inclusión en materia de servicios públicos que, en confluencia con el gasto social, ha sido determinante para la reconstitución y ampliación de la “ciudadanía” en un marco de profundización democrática.

c)    El Gasto Social, la partida de mayor importancia en el gasto total por finalidad, ha sido reorientado –como se detalla en el siguiente apartado- en torno a la formulación y ejecución de políticas universales, frente a las políticas anteriores de deterioro, ajuste y de carácter focalizado, recomendadas por los organismos multilaterales de crédito.


d)   El proceso de renegociación de la deuda externa implicó una reducción significativa en materia de gasto público. Como se observa en el gráfico 2,  mientras que en el año 2002 el endeudamiento del sector público nacional representaba casi el 150% del PBI, en el año 2010 el porcentaje retrocede al 44,6%. Sin embargo, pese a la disminución de su peso presupuestario- del 22,62% del gasto total por finalidad en 2003 al 9,8% en 2010- y a que no se ha contado con nuevos aportes provenientes de los organismos multilaterales de crédito, el problema de la Deuda Pública sigue impactando en los desembolsos del Estado de manera considerable. Los actuales contribuyentes deben destinar alrededor de un 10 % de sus erogaciones a pagar deudas originadas por gobiernos anteriores, limitándose –así también-una mejora en la distribución del gasto hacia otras finalidades.
                                

GRÁFICO 2
Fuente: CIFRA/CTA (2011)

e)   Los gastos en los Servicios de Defensa y Seguridad Interior se mantuvieron con una relativa estabilidad -entre el 6 y el 7%- del mismo modo que los gastos en Administración Gubernamental, que de 6,01% en 2003 llega al 7,2% en 2010. De esta forma, las funciones básicas del Estado Nacional sólo representan alrededor del 13 al 14 % del gasto total.

A continuación, se analizan con mayor detalle las finalidades servicios sociales, servicios económicos y administración gubernamental. 


II.1. Los gastos en Servicios Sociales

Como se ha resaltado, el gasto principal del Estado Nacional se destina a los Servicios Sociales. Dicha finalidad comprende las acciones inherentes a la prestación de servicios de salud, promoción y asistencia social, seguridad social, educación, cultura, ciencia y técnica, trabajo, vivienda, agua potable, alcantarillado y otros servicios urbanos.


 La inclusión en el Presupuesto Nacional de las transferencias para el pago de jubilaciones y pensiones del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJyP) -que comprende la ANSES, las Cajas Previsionales provinciales transferidas, los Institutos de Retiros Militar y Policial, los retiros de la Prefectura, la Gendarmería, el Servicio Penitenciario, el Poder Judicial y las Pensiones sociales- es el factor determinante de la preponderancia de la función seguridad social en esta finalidad. Pero también es fundamental observar la evolución del gasto en los servicios de educación y ciencia y técnica, así como los asignados a la promoción y asistencia social.

Para 2003, la seguridad social representa el 59,42% del total del gasto social, teniendo lugar – entre otras medidas que justifican esta partida- la restitución del 13% recortado en 2001 a las  jubilaciones y pensiones. El incremento en la asignación presupuestaria para el año 2004-que lleva a esta función a participar con el 61,24% del total-  es consecuencia del aumento en el haber mínimo de las prestaciones previsionales de $150 a $220 a partir de julio de 2003 [8].

En tanto, en el gasto del año 2005 repercuten los nuevos aumentos de $ 240 -en enero de 2004- y de $260 desde junio del mismo año. Para 2006 se observa una suba de más de 7 mil millones de pesos, producto del incremento de la jubilación mínima de 308 a 350$ -a partir  de julio de 2005- y del complemento de asignación mensual de carácter no remunerativo que eleva el haber mínimo a 390$ a partir del 1 de septiembre del mismo año. [9] Para 2007, esta función implica el 64,88% del total del gasto social, explicado –fundamentalmente- por el incremento generalizado del 11% en los haberes – a partir de junio de 2006-  que fija la jubilación mínima en 470$ y, a partir de enero de 2007, por la suba del 13% y la determinación del haber mínimo del sistema público en $530. Asimismo, cabe consignar  la incorporación de nuevos beneficiarios al sistema previsional, la elevación de los montos mínimos y máximos del seguro de desempleo y la creación del subsidio de contención familiar por fallecimiento de jubilados o pensionados.

El gasto en Educación-  que para 2003 participaba con el 8,45% del total del gasto social- mantiene una evolución constante y se convierte- desde 2004 en adelante- en la segunda erogación en importancia dentro de esta finalidad. Así, sus montos pasan a representar el 9,67 % en 2004, el 10,29% en 2005, con un despegue muy importante del 11,73% en 2006  y del 12,25% en 2007.

          Mientras que en 2003 el aumento se origina, principalmente, en las transferencias a Universidades Nacionales, los programas a cargo de la Secretaría de Cultura y los de Formación y Capacitación de las Fuerzas Armadas para la defensa, en 2004 y en 2005 impactan, además de las transferencias a Universidades Nacionales, las erogaciones destinadas al Fondo Nacional de Incentivo Docente, (ya que para este año se debía cumplir con el pago de $ 726,9 millones correspondientes al ejercicio 2002), al programa de “Desarrollo de la Educación Superior”, de “Mejoramiento de la Calidad Educativa” y de “Infraestructura y Equipamiento de la Educación”, entre otros.  



Para 2006 y 2007 la prioridad presupuestaria se corresponde con el mandato de la Ley de Financiamiento Educativo (26.075/2005) que apunta a incrementar -entre los años 2006 y 2010- la inversión en educación, ciencia y tecnología hasta alcanzar en 2010 una proporción del 6% del PBI. Para lograr este objetivo, el Estado Nacional concurre con un 40% de los recursos y el resto le corresponde a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Bajo esta pauta, para 2007 el gasto en educación y ciencia y técnica sufrió –en relación al 2006-un incremento del orden del 17% y la suma total permite cubrir (e incluso superar) la meta pactada de gasto educativo consolidado para 2007, estipulada en el 5% del PBI. A estos niveles, la participación del gasto educativo en el gasto total es -para 2007- del 7,2%[10]

Para el 2007, el gasto en educación también toma en cuenta la puesta en vigencia de la Ley N° 26.206/2006 de Educación Nacional, cuyos objetivos dominantes -a desarrollar durante los próximos años- propenden a unificar la estructura del sistema educativo, universalizar la educación inicial a partir de los 4  años de edad, establecer la obligatoriedad de la escuela secundaria y la extensión a 13 años de la escolaridad obligatoria, jerarquizar la formación docente, posibilitar el cumplimiento de la educación obligatoria de toda la población adulta que no la haya completado y universalizar el acceso y el dominio de las nuevas tecnologías, entre otros.

Como se ha planteado, el gasto en ciencia y técnica también ha recibido un fuerte impulso y su participación porcentual en el gasto social crece del 2,09% en 2003 al 2,87% en 2007. Para este último año, la asignación –con respecto al 2006 –se incrementa en más de 500 millones,  cifra que representa el 1,7% del gasto total. Entre los programas que han recibido mayores beneficios a lo largo del período deben destacarse el de “Formación de Recursos Humanos y Promoción Científica y Tecnológica” del CONICET, el de “Financiamiento de Acciones de Ciencia y Técnica en Universidades Nacionales”, los Programas de Investigación y Formación de Recursos Humanos y de “Desarrollo de Tecnología Nuclear y Provisión de Insumos” de la CONEA, los Programas de Investigación Aplicada, Innovación y Transferencia de Tecnologías y el de Investigación Fundamental e Innovaciones Tecnológicas del INTA, el programa de “Desarrollo y Competitividad Industrial” del INTI, el de “Modernización Tecnológica” de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y el Programa de “Generación de Ciclos de Información Espacial Completos” de la CONAE.

En lo que concierne a las demás funciones, el gasto en Trabajo está destinado principalmente a solventar el “Plan Jefes y Jefas de Hogar”- con alcance en las personas desocupadas y mayores de 70 años sin beneficios previsionales ni ingresos fijos suficientes- y se observa una disminución en su participación sobre el total del gasto social, en correspondencia con el aumento en los niveles de ocupación de la PEA[11].  







A diferencia, los gastos en Promoción y Asistencia Social presentan subas notorias  hasta el 2006, que  llevan a  afectar -en ese añoel 10,42% del total del gasto por esta finalidad[12]. El componente central de estas erogaciones proviene de cuatro planes sociales básicos: “Asistencia”, “Familias”, “Manos a la Obra” y “Seguridad Alimentaria”, siendo éstos últimos los de mayor relevancia económica.

Por último, para la función Salud resalta el incremento adjudicado para el año 2007, que implica una variación  -con respecto al 2006- del 17,3%[13]. Las asignaciones presupuestarias más importantes  se concentran, fundamentalmente, en los programas del Ministerio de Salud y Ambiente (“Emergencia Sanitaria”, “Lucha contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual”; “Plan Nacional a favor de la Madre y el Niño”; “Seguro Universal de Maternidad e Infancia”, entre otros) y en el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP) ex PAMI-. También presentan relevancia los recursos asignados a brindar cobertura sanitaria a integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad y los destinados a los Hospitales Universitarios.

 Con cifras menores, restan  Vivienda y Urbanismo  -que del 1,88% del total del gasto social en 2003 pasa al 4,03% en 2007- y Agua Potable y alcantarillado, cuya participación en esta finalidad implica del 0,49% en 2003 al 1,13% en 2007.  

Cuadro 3. Gastos en Servicios Sociales (2003 a 2007) (en pesos)


Función
2003
2004
2005
2006
 2007
Salud

3.669.155.329
2.323.768.978
2.746.446.809
3.448.981.867
4.306.907.873
Promoción y
Asistencia Social
2.844.899.266
3.607.553.530
4.918.490.457
6.261.094.715
 3.269.419.229
Seguridad Social

22.193.298.342
24.738.339.809
28.775.246.287
35.209.403.690
46.350.120.830
Educación y
Cultura
3.157.202.770
3.907.088.518
5.034.922.165
7.050.700.054
 8.756.127.808
Ciencia y Técnica

783.724.935
918.434.729
1.172.559.551
1.529.187.632
 2.051.761.868
Trabajo

3.807.873.601
3.812.903.652
3.782.389.000
3.525.542.229
 3.004.291.978
Vivienda y
Urbanismo
702.302.341
1.020.629.909
2.127.275.471
2.643.026.563
2.884.364.424
Agua y
Alcantarillado
186.607.611
246.462.045
288.842.869
476.222.183
  812.623.505
Total

37.345.064.195
40.575.181.170
48.846.172.609
60.144.158.933
71.435.617.515

Fuente: Elaboración propia en base a las Leyes de Presupuesto Nacional 2003 a 2007






En el año 2008, el Gasto Social se incrementa en 27.284.814.401 millones de pesos respecto al año 2007. La Seguridad Social se ubica en primer lugar, con el 67,44 % del total, seguido por el gasto en Educación y Cultura (11,41%), en  Salud (6,27 %), y en  Promoción y Asistencia Social (4,09 %).

Para el siguiente año (2009), esta finalidad insume 39.502.640.132 millones de pesos más que en el año anterior, con un leve aumento para la Seguridad Social (68,60 % del total), mientras que  Educación y Cultura, con el 11,06 %, y Salud, con el 6,50 %, se mantienen estables. Frente a la baja relativa del gasto destinado a la Promoción y Asistencia Social (3,56 % del total), se observa el crecimiento de las sumas aplicadas a Ciencia y Técnica, cuya suba representa un 66,24 % respecto del 2008, y a la función Agua y Alcantarillado, con un  incremento del 58,63 % respecto de ese mismo año.  


Con relación a la  política de seguridad social cabe destacar el pleno impacto operado en el ejercicio fiscal 2008 por la reforma en el “Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones”, implementada por la Ley N° 26.222/2007 y reglamentada por el Decreto N° 313/07, orientada a resguardar y fortalecer el financiamiento del régimen previsional público con aportes genuinos y a garantizar un haber mínimo al conjunto de los beneficiarios del sistema.  


Para 2010, el 67,63 % del Gasto Social fue ocupado por la Seguridad Social. Si bien el gasto en servicios sociales se ha ido incrementando en forma constante, se observa  una gran rigidez por función,  dado que –como ya se señalara- la mayor cantidad de partidas obedece a los pagos en jubilaciones y pensiones y, para este ejercicio, se subraya -en particular- la previsión de la movilidad jubilatoria en los términos fijados por la Ley N° 26.417/2008.

  Le siguen en importancia, Educación y Cultura, con el 11,73 %- donde el presupuesto de las universidades públicas nacionales, que destinan la mayor parte de su gasto al pago de salarios del plantel docente y del personal no docente, tiene un peso central, además de la continuidad de la implementación de la Ley N° 26.075 de Financiamiento Educativo y de las partidas destinadas al Programa “Conectar Igualdad” que prevé, entre los años 2010 y 2012, la distribución de tres    millones setecientas mil computadoras portátiles a alumnos, docentes y directivos de todas las escuelas secundarias de gestión estatal del país[14].

El rubro Salud, con el 6,14 %, ha experimentado –respecto del año 2008- un 64% de aumento. Además de administrar importantes instituciones, tiene a su cargo la Obra Social de los Jubilados y Pensionados (PAMI), la administración general de los fondos de las obras sociales y la ejecución de programas específicos. Por su parte, la Promoción y Asistencia Social representa el 4,64 % del total, y -para este año- se produce un significativo aumento de las asignaciones presupuestarias respecto de 2009 y, en mayor medida, sobre la ejecución registrada en 2008 (89,84% ). Se distinguen  los fondos de los programas “Familias por la Inclusión Social” y “Seguridad Alimentaria”, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social, así como la creación bajo su órbita del Programa de “Ingreso Social con Trabajo” (Decreto N°1.067/09), cuyo objetivo es la promoción del

desarrollo económico y la inclusión social a través de la generación de nuevos puestos de trabajo genuino.

Con menores porcentajes, se encuentran el gasto en Ciencia y Técnica (3,13 %),  en Vivienda y Urbanismo, que insume  el 3,12 %, y en Agua potable y Alcantarillado,  con 1,89 %. Sin embargo, comparado con el año 2008, todas estas funciones han obtenido incrementos significativos: Mientras que Ciencia y Técnica casi duplica su presupuesto, Agua y Alcantarillado lo hace en un 68,15 % y Vivienda y Urbanismo aumenta su partida en 2.056.526.884 millones de pesos.

Por último, se ubica el gasto destinado a Trabajo (1,73 %), cuyo porcentaje sobre el total no presenta variaciones relevantes, dado que los planes sociales se transfirieron al Ministerio de Desarrollo Social y que las mejoras en el mercado laboral redujeron la oferta de esta política.



Cuadro 4. Gastos en Servicios Sociales (2008 a 2010) (en pesos)

Función
2008
2009
2010
Salud

6.194.932.724
8.989.765.110
10.160.099.999
Promoción y
Asistencia Social
4.045.000.091
4.923.466.017
7.679.258.508
Seguridad Social

66.584.799.830
94.828.570.868
111.989.835.818
Educación y
Cultura
11.294.721.617
15.297.595.542
19.431.051.087
Ciencia y Técnica

2.890.050.138
4.362.542.904
5.175.816.388
Trabajo

2.745.668.989
2.760.925.389
2.871.477.764
Vivienda y
Urbanismo
3.108.675.991
3.893.673.230
5.165.202.875
Agua y
Alcantarillado
1.856.582.536
3.166.532.988
3.121.873.038
Total

98.720.431.916
138.223.072.048
165.594.615.477

Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos Nacionales 2008/2009 y 2010























II.2. Los gastos en Servicios Económicos

Los Servicios Económicos involucran las acciones de apoyo a la producción de bienes y servicios a través del gasto en energía, combustibles, minería, comunicaciones, transporte, ecología y medio ambiente, agricultura, industria, comercio y turismo. El constante aumento de su participación en el total de los gastos por finalidad-función[15] marca notorias diferencias con respecto a la política neoliberal de la década de los noventa y resulta una genuina expresión de la recuperación de potestades estatales en materia de planificación, inversión, regulación y fomento de la economía.

Para el período 2003-2007, los rubros de mayor importancia son  energía, combustible y minería y transporte.  Respecto del primero, para 2003 la función energía, combustibles y minería representa sólo el 19,07% del total del gasto en servicios económicos. Luego de una declinación de su participación porcentual en 2004 (14,39%), en los años subsiguientes este tópico crece de manera preponderante, pasando a consignar la mayor cantidad de erogaciones- con más del 40% respecto del total de este gasto[16]. Las partidas han sido destinadas -principalmente- para transferencias a los fondos energéticos provinciales, el desarrollo de obra pública para la transformación de los sectores eléctricos provinciales (obras de interconexión eléctrica como la del NOA-NEA), la ampliación de gasoductos, inversiones para empresas públicas, la terminación de la Central Nuclear Atucha II, el proyecto de desarrollo de energías renovables, así como para subsidios aplicados a la compra de combustibles líquidos para generación térmica.

El gasto en Transporte experimenta un proceso de evolución similar al anterior: Mientras que en 2003 implica el 11,68% del total del gasto en servicios económicos, se genera un incremento altamente significativo en 2004 (61,45% del total de la finalidad), para alcanzar una relativa estabilidad a partir de 2005 a 2007, con el 38,36%, el 41,42% y el 41,11%, respectivamente. Ello incluye –entre otros- el gasto de la Dirección Nacional de Vialidad, a través de las tareas de mantenimiento, mejoramiento y construcción de rutas y obras vinculadas a pasos fronterizos y corredores de integración, además de subsidios a empresas públicas de transporte y a operadores privados (Empresa Ferrocarriles Metropolitanos S.A., y la concesión del Ferrocarril General Belgrano S.A), así como el desarrollo de infraestructura a cargo del Órgano de Control de  Concesiones Viales (OCCOVI).

El resto de las funciones exhibe porcentajes mucho menores, como es el caso de agricultura que, salvo en el 2004 donde participa con el 8,70% del total del gasto en servicios económicos, en el resto del período oscila entre el 4,73 % y el 5,35%. Con  proporciones más bajas se encuentran industria, cuyo mayor porcentaje es -en 2005- el 6,83%, pero vuelve a decaer en 2006, con 3,89%  y en  2007 al 2,64%, seguido de comunicaciones, ecología y medio ambiente, seguro y finanzas y comercio y turismo. 





Cuadro 5. Gastos en Servicios Económicos (2003-2007) (en pesos)
Función
2003
2004
2005
2006
2007
Energía y Combustibles
456.289.542
466.305.036
3.126.431.383
4.183.026.779
5.685.745.907
Comunicaciones
103.526.478
173.805.668
181.122.201
219.873.941
294.122.555
Transporte
279.521.976
1.961.748.706
2.844.934.756
4.163.360.145
 5.620.720.238
Ecología y Medio Ambiente
87.367.535
90.785.396
114.600.713
167.364.241
323.584.717
Agricultura
252.181.751
283.768.689
363.999.861
566.356.406
732.285.508
Industria
113.309.333
124.678.741
505.081.129
391.654.335
361.818.168
Comercio, turismo
73.033.697
87.255.473
110.698.688
164.234.291
203.661.305
Seguros y Finanzas
26.763.326
24.393.000
228.835.520
241.744.174
448.205.539
Total
2.391.993.638
3.212.740.709
7.475.704.251
10.100.614.312
13.670.143.937

Fuente: Elaboración propia en base a las Leyes de Presupuesto Nacional 2003 a 2007



Desde el año 2008 al año 2010 el gasto destinado a los Servicios Económicos casi se duplica en términos nominales: Aumenta el 80,62 %, con 20.837.026.467 millones más de pesos. Vale destacar que - a comienzos de este período- se evidencian los primeros efectos de la crisis financiera mundial, razón por la cual la política gubernamental privilegió el incremento de este tipo de gastos para mantener el nivel de actividad económica. Así, para el año 2009, época de declinación del ciclo económico, se observa el mayor gasto en esta finalidad de estos últimos tres años analizados.

Para el 2008, los gastos en Energía y Combustibles y Transporte prácticamente se igualan y conforman las funciones de mayor relevancia.  Ambos suman un total de 21.590.766.695 millones de pesos, ocupando el 83,53 % del gasto total para esta finalidad. En tanto, durante el año 2009, el gasto en Transporte cubre el 42,92 % y el destinado a Energía el 38,30 %, implicando el 81,22 % del gasto en servicios económicos de ese año. 

En 2010, el Transporte también es la actividad con el mayor monto presupuestado, llegando al 42,90 % del total. Su crecimiento es progresivo, ya que desde el año 2008 se eleva en un 88,26 %. Lo mismo ocurre en el rubro Energía, Combustibles y Minería, con el 37,67 % del total, donde el gasto casi se duplica respecto al año 2008[17].




La prioridad en la asignación se presenta, en el caso del sector  transporte, en las obras de construcción, recuperación y mantenimiento de rutas, y en el desarrollo de obras en corredores viales, a cargo de la Dirección Nacional de Vialidad. También resultan significativas las transferencias realizadas por el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios a las empresas concesionarias de ferrocarriles y el subterráneo, en el marco del plan de inversión ferroviaria en el área metropolitana. Asimismo, se destacan la inversión en infraestructura vial incluida en el plan de Desarrollo Integrador del Norte Grande, y los fondos asignados a la “Administración de Infraestructuras Ferroviarias S.E.” -creada por la Ley N° 26.352- para el financiamiento de las obras vinculadas al soterramiento del Ferrocarril General Sarmiento, la electrificación de los Ferrocarriles General Roca y General San Martín y otros gastos de infraestructura en el ámbito del sistema ferroviario. 


En tanto, en la asignación a la función energía, combustibles y minería cobran relevancia las transferencias para la atención de inversiones en el sector energético por parte de las empresas públicas Energía Argentina S.A., Nucleoeléctrica Argentina S.A., Yacimientos Carboníferos Río Turbio y DIOXITEK S.A., así como del Ente Binacional Yacyretá. También son significativas las transferencias administradas por la Secretaría de Energía del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, destinadas principalmente al tendido y ampliación de redes eléctricas de alta tensión –entre las cuales predomina la Línea de Alta Tensión NEA-NOA y la Interconexión Comahue-Pico Truncado.

El gasto reservado a la función Agricultura también se incrementa significativamente en estos últimos años, siendo el año 2009 el de mayor presupuesto. Para ese año se estipulan 3.210.855.615 millones de pesos más que en el 2008, experimentando una suba del 61,43 %.  Muy por debajo, se ubican Ecología y Medio Ambiente; Comunicaciones; Industria y -por último- Seguros y Finanzas, que – en conjunto- representan alrededor del 10 % de los gastos económicos.

No obstante, el gasto en Ecología y Medio Ambiente[18] es el que más aumenta proporcionalmente desde el año 2008 -un 154,30 %- mientras que las Comunicaciones  y Comercio y Turismo lo hacen en un 135,93 % y un 96,99%, respectivamente. A diferencia, desde el año 2008, Seguros y Finanzas baja su presupuesto drásticamente, con 132.585.628 millones de pesos menos para el  último año del período analizado, en tanto que Industria mantiene su gasto relativamente estable.












Cuadro 6. Gastos en Servicios Económicos (2008-2010) (en pesos)

Función
2008
2009
2010
Energía y Combustibles
10.952.640.276
18.010.367.365
17.584.595.248
Comunicaciones
438.992.457
761.512.581
1.095.625.096
Transporte
10.638.126.419
20.180.611.414
20.027.745.744
Ecología y Medio Ambiente
483.065.914
680.569.737
1.228.456.007
Agricultura
1.972.449.659
5.514.548.148
5.183.305.274
Industria
851.800.111
1.387.086.574
909.453.035
Comercio, turismo
286.112.245
411.371.473
563.618.772
Seguros y Finanzas
222.746.628
70.965965.000
90.161.000
Total
25.845.933.709
47.017.032.292
46.682.960.176

Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos Nacionales 2008/2009 y 2010





II.3. Los gastos en Administración Gubernamental

          Esta finalidad, que expresa la composición del gasto según las funciones ejercidas por los distintos poderes del Estado, mantiene  -a lo largo del período 2003/2006- una relativa estabilidad. Las Relaciones Interiores, que involucran las transferencias por coparticipación federal al gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Provincia de Tierra del Fuego, la asistencia financiera a los gobiernos provinciales y la realización de los actos electorales, entre otros,  ocupan el primer lugar, destinándose a ella entre el 35% y 40% del gasto por esta finalidad, salvo para el 2006 que decae a un 33,5%.

          El gasto Judicial, concentrado en las acciones del Poder Judicial de la Nación, del Ministerio Público, del actual Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y de la Procuración Penitenciaria, demuestra un progresivo incremento – que lo ubica en segundo término- llegando -para 2006- a comprometer el 26,05% del total de la finalidad gubernamental. El aumento de las asignaciones –además de la apertura de nuevos juzgados, fiscalías y defensorías – también deriva  de la puesta en marcha del “Plan Estratégico de Justicia y Seguridad 2004-2007”.

         
          La función Relaciones Exteriores oscila entre el 17% y el 15% del total del gasto gubernamental y congrega las actividades de la política exterior, los créditos vinculados al registro y sostenimiento del culto católico y el programa “Cascos Blancos” para la asistencia humanitaria  (ONU-OEA), así como los aportes de capital a diversos organismos internacionales. 

         









          A la Dirección Superior Ejecutiva, vinculada con los cargos de conducción y coordinación general desarrollados por la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, la Jefatura de Gabinetes de Ministros y los Ministerios de Economía y Producción y de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios del Estado[19], le corresponde entre el 7% y el 10,64%, en tanto que la proporción referida a la función Legislativa -los gastos de la Cámara de Diputados y de Senadores de la Nación- no sólo es menor sino que fue decreciendo (de 9,41% en 2003 pasó a 7,81% en 2006).

          Finalmente, la Administración Fiscal –que incluye tanto la administración financiera del Estado Nacional como la coordinación de esta actividad entre el gobierno nacional, las provincias y los municipios y la administración de los bienes del patrimonio estatal - ocupa entre un 4% y un 5% del total, mientras que  las funciones orientadas al control de la gestión pública (ejercido por la Sindicatura General de la Nación y la Auditoría General de la Nación) y a la producción de información y estadísticas básicas (fundamentalmente, las tareas desarrolladas por el INDEC) no superan el 3% del total.

          Para el año 2007 se observan importantes cambios, ya que la función judicial ocupa el primer lugar, con el 32,95% del total del gasto para esta finalidad, relegando a las relaciones interiores que vuelven a experimentar una nueva reducción y pasan a comprender el 19,73%.[20] Por el contrario, aumentan su participación la función relaciones exteriores (17,44%), dirección superior ejecutiva (13,74%) y legislativa (9,00%).


Cuadro 7. Gastos en Administración Gubernamental (2003-2007) (en pesos)

Función
2003
2004
2005
2006
2007
Legislativa
349.610.043
365.976.388
402.592.379
477.583.268
557.085.836
Judicial
876.647.712
943.276.382
1.139.964.244
1.582.531.252
2.038.329.511
Dirección Superior Ejecutiva
259.285.500
369.811.440
506.875.330
646.121.113
850.295.808
Relaciones Exteriores
631.062.182
618.613.004
695.872.329
924.112.167
1.078.873.673
Relaciones Interiores
1.307.914.536
1.644.795.802
2.113.637.303
2.035.062.952
1.220.857.399
Administración Fiscal
161.382.810
91.029.374
299.290.104
255.445.112
230.317.859
Control de la Gestión Pública
51.249.568
54.311.992
65.637.000
76.778.510
94.429.639
Información y Estadísticas Básicas
74.903.302
71.090.390
70.966.032
77.131.842
115.704.236
Totales
3.712.055.653
4.158.904.772
5.294.834.721
6.074.766.216
6.185.893.961

Fuente: Elaboración propia en base a las Leyes de Presupuesto Nacional 2003 a 2007


En 2010, el mayor monto del gasto en Administración Gubernamental corresponde a las Relaciones Interiores, con el 41,98 % del total. Le sigue en importancia la función Judicial (23.16 %), cuya partida, hacia el final de este trienio, casi se duplica. Con menor rango se encuentran las Relaciones Exteriores (9,18 %); la Dirección Superior Ejecutiva (9,15%); la Administración Fiscal  (6,96 %) y la función Legislativa (6%). Comparado con el año el año 2008, la Administración Fiscal muestra un significativo aumento, ya  que para ese año sólo representaba el 3,69 % del total, mientras que en la Dirección Superior Ejecutiva y en la función Legislativa se advierte un recorte, tomando en cuenta que –también para 2008- implicaban el 13,47% y el 9,20% del gasto en la finalidad, respectivamente.

Por su parte, la función de Información y Estadísticas Básicas ocupa el 2,52 % del gasto en Administración y su partida – en relación con el año 2008-  casi se cuadruplica, justificado por las tareas requeridas para la implementación del Censo Nacional de Población del año 2010. Asimismo, el Control de la Gestión Pública, con el 1,04%, también se incrementa desde el año 2008, casi duplicándose.

Cuadro 8.  Gastos en Administración Gubernamental (2008-2010) (en pesos)

Función
2008
2009
2010
Legislativa
718.784.276
939.253.045
1.190.545.585
Judicial
2.559.513.152
3.602.082.704
4.596.763.721
Dirección Superior Ejecutiva
1.052.213.747
1.516.704.315
1.816.919.293
Relaciones Exteriores
1.689.556.144
2.144.930.621
1.822.209.232
Relaciones Interiores
1.248.980.973
1.733.241.897
8.331.071.581
Administración Fiscal
288.786.187
375.989.031
1.381.533.650
Control de la Gestión Pública
117.462.034
169.432.856
206.898.372
Información y Estadísticas Básicas
135.988.700
295.903.373
500.399.716
Totales
7.811.285.213
10.777.537842
19.846.341.150

Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos Nacionales 2008/2009 y 2010













III. La Administración Central: composición del gasto por jurisdicción, subjurisdicción y por finalidad  

Los gastos de la Administración Central registran las erogaciones de los tres Poderes de gobierno, sumado al Ministerio Público, el servicio de la deuda y las obligaciones del tesoro, consideradas también estas dos últimas por el clasificador presupuestario como “jurisdicciones de características particulares”.  

El gasto del Poder Ejecutivo Nacional es el mayor respecto de los demás poderes gubernamentales, representando más del 70% del total.  En tanto, el Poder Judicial tiene asignado entre  el 1,12% y el 1,29%, mientras que el Poder Legislativo -para todos los años- no llega al 1% del total. En este período, el Servicio de la Deuda es el rubro con mayor nivel de variación porcentual, que pasa de 22,23% en 2003, al11,32% en 2004;12,80% en 2005 y 11,21% en 2006. En este último año, dicho componente  del gasto es el único  que opera una baja en términos nominales, como resultado del proceso de renegociación -encarado desde el año 2003 y finalizado en 2005-, mientras que en 2007 vuelve a incrementarse y llega al 12.34% del total. En tanto, el rubro Obligaciones del Tesoro[21] registra un significativo aumento para los años 2005 y 2006 y en su composición tienen prevalencia la asistencia financiera para gasto social de las provincias, para Empresas Públicas y Entes Binacionales, los impuestos coparticipables con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tierra del Fuego y la asistencia financiera a provincias. 

En términos de subjurisdicciones del Poder Ejecutivo[22], el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se ubica en el primer lugar. Su alcance – que pasó del 39,71% en 2003 al 25,26% en 2007- deriva de la administración de las erogaciones vinculadas con los gastos en seguridad social  y con el Plan Jefes y Jefas de Hogar. En segundo lugar se encuentra el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, cuyo porcentaje sobre el total fue aumentando desde el 12,59% y 12,92% en 2003 y 2004, al 13,38% y 14.,02% en 2005 y 2006, con una baja importante para el 2007 (8,21%).
  Las erogaciones del Ministerio de Defensa, que comprende en su área central a las Fuerzas Armadas, ocupan el tercer lugar para 2003 y 2004 (12,16% y 10,57%), pero -a partir del 2005- se observa una progresiva declinación, con un porcentaje del 8,99%, en 2007. A diferencia, cobra mayor gravitación el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (creado en 2004), con el 16,38%, llegando a implicar el 20% del gasto para el año 2006 y el 22,14% en el año 2007. La inclusión de un conjunto de áreas que dependían del Ministerio de Economía (Secretarías de Transporte, Energía, Minería y Obras Públicas) explican su mayor predominio y el correlativo achicamiento de éste último que, a diferencia de la década del 90, hoy sólo tiene asignado el 2% del gasto por subjurisdicción.






En cuanto al resto de los Ministerios, se advierte el incremento constante del gasto vinculado al área de Desarrollo Social- que concentraba el 6,79% en 2003, para llegar en 2007 al 9,76%-,  así como del Ministerio del Interior, por el pase de las fuerzas de seguridad en el año 2005. Con dicho traslado, esta jurisdicción representa -para 2005 y 2006- más del 8% del gasto, con una leve baja en 2007 (7,79%), mientras que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (que contaba anteriormente con esas fuerzas) se reduce a casi el 2%.
 
Por su parte, el Ministerio de Salud evidencia una  disminución a lo largo del período (de 4,53% en 2003 a 3,54% en 2006 y 1,70% en 2007), de la misma forma que la Presidencia de la Nación - del 7,71% que erogaba en 2003 no llega al 2% para 2005, 2006 y 2007-, por el traslado de Secretarías como Turismo, Deportes y Ambiente y Desarrollo Sustentable a otras áreas- y el Ministerio de Relaciones Exteriores (del 2,64% en 2003 al 1,89% en 2006 y 1,83% en 2007), en tanto que los porcentajes de la Jefatura de Gabinete de Ministros se mantienen estables (entre el 0,20% y el 0,73%, pasando en 2007 al 1,12%).


Cuadro 9. Gastos de la Administración Central (2003-2007) (en pesos)

Concepto
2003
2004
2005
2006
2007
Poder Legislativo
394.484.064
407.212.988
458.560.040
554.420.531
652.647.861
Poder Judicial
693.583.327
726.072.905
884.290.933
1.216.666.875
 1.565.098.881
Ministerio Público
154.711.739
162.410.000
194.086.000
290.978.650
383.057.815
Poder Ejecutivo
24.483.206.895

28.289.983.753

30.806.371.209

43.178.433.773

55.485.386.741

Presidencia de la Nación
1.889.403.497
571.593.454
636.547.267
761.266.002
926.666.188
Jefatura de Gabinete de Ministros
49.335.824
186.855.000
228.074.000
94.647.288
624.857.600
Ministerio del Interior
193.418.922
161.884.000
**3.032.667.311
3.510.694.547
4.326.238.487
Min. Relaciones Exteriores, Culto y C. Internacional
647.092.872
630.267.323
728.029.242
817.967.084
1.018.969.518
Min. De Justicia Seg. y Derechos Humanos
2.229.098.344
2.802.109.977
***582.328.273
690.973.923
895.670.777
Ministerio de Defensa
2.978432.286
3.029.239.666
3.566.528.557
4.222.724.487
4.992.913.693
Min. De Economía
639.256.449
489.773.485*
748.685.183
880.816.921
1.053.285.068
Min.de la Producción
276.905.262




Min. De Planificación Federal, Inversión

2.659.320.220
5.907.887.709
8.673.057.309
12.286.983.842
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
3.083.368.606
3.697.327.622
4.786.487.473
6.303.766.761
8.213.960.251
Min. De Trabajo, Empleo y Seguridad Social
9.723.584.945
10.824.176.673
11.050.136.000
12.192.913.229
14.020.001.822
Ministerio de Salud
1.110.064.630
1.195.248.290
****1.314.952.166
1.531.853.157
1.708.177.615
Min. De Desarrollo Social
1.663.245.258
2.531.961.528
3.153.995.778
3.497.753.065
5.417.661.880
SUBTOTAL
25.725.986.025

29.585.679.646

32.343.308.182

45.240.499.829

58.086.191.298

Servicio de la Deuda Pública
13.730.218.567
6.751.341.530
9.918.443.000
10.505.443.000
13.977.443.000
Obligaciones a Cargo del Tesoro
3.586.884.946
4.481.558.818
7.597.337.000
8.996.354.000
3.945.646.659
Total
43.043.089.538
41.308.353.479
54.789.035.932
64.959.483.510
76.009.280.957

* En 2004 se fusionan los Ministerios de Economía y de la Producción.
** En 2005 Las fuerzas de seguridad se incorporan al Ministerio del Interior.
*** A partir de 2005 el Ministerio pasa a denominarse de “Justicia y Derechos Humanos”.
**** En 2005 y 2006 el Ministerio pasa a denominarse de “Salud y Ambiente”.
Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos Nacionales 2003 a 2007


En el año 2010,  también puede observarse que principal gasto se destina al Poder Ejecutivo,  (80,48 % del total), seguido por el Servicio de la Deuda Pública  (9,64 %) y las Obligaciones del Tesoro (7,79 %). Las jurisdicciones restantes presentan los más bajos porcentajes, correspondiéndole al Poder Judicial de la Nación el 1,23 %, al Poder Legislativo el 0,56 % y al Ministerio Público el 0,31 %.


Como en los años anteriores, en el caso de las subjurisdicciones del Poder Ejecutivo, los mayores montos se destinan al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, con el 37,95 % del total (principalmente, por los fondos que se transfieren a la ANSeS para el pago previsional de carácter universal y por las políticas laborales de regulación y de carácter social), al Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios  (14,08 %), el Ministerio de Educación  (5,66 %) y el Ministerio de Desarrollo Social (5,22 %). Cuentan con menores recursos el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, (4,82 %), el Ministerio de Defensa  (4,57 %) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (1,87 %).

Los restantes Ministerios -que participan con menos del 1%- son: la Jefatura de Gabinete de Ministros (0,87 %), el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (0,77 %), el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto (0,72 %), la Presidencia de la Nación  (0,61 %), el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (0,50 %), el Ministerio de Industria y Turismo ( 0,40 %) y el Ministerio del Interior ( 0,38 %). 

Como puede observarse en el cuadro 10, a lo largo del período 2008 a 2010, los Ministerios que más incrementaron sus presupuestos fueron: La Jefatura de Gabinete de Ministros, el Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Planificación Federal, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Justicia. En cambio, lo disminuyen el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Economía.












Cuadro 10. Gastos de la Administración Central (2008 a 2010) (en pesos)


Concepto
2008
2009
2010
Poder Legislativo
819.252.415
1.110.164.795
1.417.058.490
Poder Judicial
1.892.359.145
2.577.064.365
3.399.380.272
Ministerio Público
524.694.369
708.122.458
863.101.629
Poder Ejecutivo
78.296.348.305
111.901.871.414
94.694.826.195
Presidencia de la Nación
1.202.139.528
1.291.997.742
1.360.543.229
Jefatura de Gabinete de Ministros
764.735.994
1.116.254.928
2.324.866.525
Ministerio del Interior
424.238.487
743.806.270
472.845.335
Min. Relaciones Exteriores, Culto y C. Internacional
1.315.597.563
1.589.844.897
1.701.142.035
Min. De Justicia y Derechos Humanos
6.222.281.427
8.094.602.281
11.186.586.156
Ministerio de Defensa
6.376.661.912
8.529.798.304
10.118.057.875
Min. De Economía
2.536.141.234
1.042.356.831


1.264.614.676

Min. De la  Producción


5.314.442.596


Min. De Industria y Turismo


487.336.968
Min. Agricultura, Ganadería y Pesca


591.333.000
Min. De Planificación Federal, Inversión
21.302.033.195
33.793.579.858
28.015.017.448
Ministerio de Educación
9.304.610.539
12.687.161.343
15.564.191.784
Min. De Ciencia, Tec. e Innovación
1.136.464.933
1.765.230.663
855.566.000
Min. De Trabajo, Empleo y Seguridad Social
17.503.143.989
22.128.176.389
2.796.969.764
Ministerio de Salud
2.638.345.195
3.585.802.443
3.666.655.256
Min. De Desarrollo Social
7.569.954.309
10.218.816.869
14.289.100.144
SUBTOTAL
81.532.654.234
116.297.223.032
100.374.366.586
Servicio de la Deuda Pública
19.068.553.000
24.512.553.000
26.575.553.000
Obligaciones a Cargo del Tesoro
7.467.046.372
15.790.859.078
21.472.114.000
Total
108.068.253.606
156.600.635.110
148.422.033.586

Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos Nacionales 2008/2009 y 2010.



















En resumen, los datos consignados permiten resaltar que-desde el año 2003- la configuración estatal nacional y sus competencias y roles han sufrido importantes transformaciones, ancladas en la decisión de priorizar las políticas productivas y las políticas laborales y sociales, ya que si bien el gasto se fue incrementando en todos los ministerios, aquellos vinculados con estas actividades han aumentado su participación relativa.


Del mismo modo, con la creación del  Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios en el año 2004, se adopta una política activa de inversión pública, de regulación de servicios públicos y de administración y creación de empresas públicas y/o mixtas. Su importancia en el aparato estatal también está dada por el traspaso desde los Ministerios de Economía y de Defensa de varios organismos descentralizados a su órbita.


En el caso del Ministerio de Educación, luego de su reducción y pérdida de competencias ocurridas desde 1989 al año 2001, también recobra protagonismo a lo largo del período. Tiene a su cargo la administración de las Universidades Nacionales y de programas de fortalecimiento educativo, como el Fondo Salarial Docente, la construcción de establecimientos educativos - en conjunto con el Ministerio de Planificación-, de equipamiento educativo, etc. Es importante señalar que, luego del ajuste de los años 2000 y 2001, el gasto salarial universitario se fue incrementando anualmente mediante la negociación colectiva de trabajo del sector, mientras que la creación de nuevas Universidades Públicas (nueve, en total) expresa otra de las políticas de alto impacto para el sector universitario, que eleva su participación en el PBI a casi un punto[23]. Asimismo, la puesta en marcha –en diciembre del año 2007- del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y el aumento del presupuesto de sus áreas dependientes como el CONICET, ayudó a la reconstrucción del perfil del Estado como productor y promotor científico-tecnológico.

En otro plano – y a diferencia de las décadas anteriores- la política de Derechos Humanos ha sido también jerarquizada institucionalmente con la creación del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y con el traspaso  –en una primera etapa- de los organismos de seguridad interior a su esfera, conformando ambos sucesos un cambio de orden cualitativo en el perfil institucional del aparato de Estado[24].









Otro aspecto a señalar refiere al cambio sufrido por el Ministerio de Economía, que si bien se fusiona con el Ministerio de la Producción en el año 2004,  perdió sus funciones de regulador de los servicios públicos y de gestión de las empresas estatales en manos del Ministerio de Planificación. A su vez, con la creación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y del Ministerio de Industria y Turismo en el año 2010, también quedaron fuera de su ámbito la administración de las actividades productivas. Por otra parte, se reformuló  el rol y el peso tradicional del área de Defensa, con el traslado al poder civil de organismos como la Administración de Aviación Civil, Fabricaciones Militares y Policía Aeroportuaria.


III.1 Los Organismos Descentralizados: Composición del gasto por  jurisdicción y según finalidad

Los organismos descentralizados (OD), aunque son autárquicos financieramente, dependen funcionalmente de las distintas jurisdicciones de la Administración Central. Salvo la Auditoría General de la Nación, vinculada al Poder Legislativo, el resto de los OD se ubica bajo la órbita del Poder Ejecutivo. En su mayoría poseen ingresos propios, obtenido por diversas fuentes: contribuciones previsionales y laborales, tasas, impuestos específicos, aranceles y prestaciones de servicios. El monto total asignado por jurisdicción y según finalidad presenta un crecimiento significativo, pasando de $2.529.206.258 en 2003 a $ 8.960.623.603 en 2007[25]

Para 2003, los OD de la Presidencia de la Nación concentraban el 40,38% del gasto, seguidos por el Ministerio de la Producción (14,92%), el Ministerio de Salud (13,29%), el Ministerio de Economía (9,65%) y el Ministerio de Educación (8,86%). En cambio, a partir del 2004, el presupuesto destinado a los OD  del Ministerio de Planificación, Inversión y Servicios Públicos es el de mayor importancia, llegando a representar- en el año 2007- más del 50% del gasto que insumen este tipo de organismos.[26] Dicho crecimiento guarda relación con la transferencia de varios OD que figuraban anteriormente bajo el ámbito de la Presidencia (como la Dirección Nacional de Vialidad y la Comisión Nacional de Energía Atómica que comprometen la mayor parte de los recursos, además del Instituto Nacional del Agua, el Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento y otros) y del Ministerio de Economía (ENRE- ENARGAS- CNC, etc.).  

En segundo lugar, con porcentajes que oscilan entre el 18% y el 19%[27] del total, se ubican los OD del Ministerio de Salud (Hospital Sommer, Anmat, Incucai, Colonia Montes de Oca, Anlis, etc.), aunque las mayores partidas le corresponden a la “Administración de Programas Especiales” y a la Superintendencia de Servicios de Salud. El Ministerio de Economía y Producción, jurisdicción de la que dependen el INTA, el INTI, el SENASA, Fabricaciones Militares, la Comisión Nacional de Valores, etc. fue reduciendo su participación del 15,10% -en 2004- al 12,25% en 2007, seguido en importancia por los OD del Ministerio de Educación (CONICET y CONEAU), que también van disminuyendo sus erogaciones del 7,61% en 2004 al


5,49% en 2007, así como los del Ministerio de Desarrollo Social y los de la Presidencia de la Nación (COMFER, Administración de Parques Nacionales, SIGEN, Biblioteca Nacional, Autoridad regulatoria nuclear y otros). Con un porcentaje menor, se ubican los OD del Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa y Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social[28].

En el año 2008, los Ministerios con mayor presupuesto destinado a sus OD  fueron: El Ministerio de Planificación (53,35 % del gasto total, con 14 organismos descentralizados y entes reguladores), el Ministerio de Economía y Producción (17,75 %), el Ministerio de Salud (14,99 %), el Ministerio de Ciencia, Tecnología (4,86 %), la Presidencia de la Nación (3,60 %) y el Ministerio del Interior ( 1,79 %). Dicha tendencia casi se mantiene en el año 2009, con el predominio del  Ministerio de Planificación (49,10 %), el Ministerio de la Producción (26,99 %), el Ministerio de Salud (12,33 %), el Ministerio de Ciencia y Tecnología (4,36 %), el Ministerio del Interior (1,82 %) y la Presidencia de la Nación  (1,30 %).


Para el 2010, se contabilizan un total de sesenta OD y además del peso del Ministerio de Planificación, con el 49,46 % del gasto para estos organismos, cobra relevancia el recientemente creado Ministerio de Agricultura (20,10 %), mientras que el Ministerio de Salud (13,31 %), el Ministerio de Ciencia y Tecnología (5,49 %) y el Ministerio del Interior (2,71 %) conservan  posiciones similares a los dos años anteriores.

          Como se ha comentado en el apartado anterior, los cambios ministeriales operados desde el 2003 repercuten también a nivel  de la  dependencia funcional de una importante cantidad y variedad de OD.  Es el caso de los OD vinculados al  Ministerio de Economía que, paulatinamente, fueron transferidos hacia los Ministerios de la Producción, de Planificación Federal, de Industria y  de Agricultura, Ganadería y Pesca. El Ministerio de Planificación Federal –como se planteara más arriba- concentra la mayor parte de los OD que, además, poseen los mayores presupuestos. Se trata de los entes reguladores de los servicios públicos,  como el ENRE y el ENARGAS, así como de la Dirección Nacional de Vialidad y la Comisión Nacional de Energía Atómica. También incorporó -durante la Presidencia del Dr. Néstor Kirchner- a la Dirección de Fabricaciones Militares, históricamente dependiente del Ministerio de Defensa. En tanto, el  Ministerio de Salud mantiene durante el período sus OD sin cambios importantes, entre los que se destacan la Superintendencia de Servicios de Salud,  el ANMAT y el INCUCAI[29].  

















III.2 Las instituciones de seguridad social: composición del gasto por entidad y por finalidad

Este rubro presupuestario ha tenido uno de los mayores incrementos,  destinados fundamentalmente a la seguridad social (Cuadros 11 y 12). Como fuera precisado, al paulatino aumento de los haberes jubilatorios y de la cantidad de personas con cobertura, se suman dos medidas de suma trascendencia como la re-estatización de las Administradoras de Fondos de Pensión (AFJP) en el año 2008 y la implementación de la Asignación Universal por hijo a partir del año 2009. Por tal motivo, la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS), dependiente del Ministerio de Trabajo, representa más del 90% del gasto de estas instituciones[30]. El gráfico 3 permite observar la evolución creciente de la cantidad de beneficiarios y de la jubilación mínima, en un marcado contraste con las políticas de “vaciamiento” instrumentadas hasta el año 2001.

 
Gráfico 3
Fuente: CIFRA-CTA (2011)

El resto de los recursos se comparten entre el Instituto de Ayuda de Retiros y Pensiones Militares y la Caja de Retiros de la Policía Federal Argentina, encuadrada bajo el Ministerio de Justicia en 2004 y –posteriormente- en el Ministerio del Interior. Es importante observar que estos organismos poseen ingresos menores a sus gastos. El Instituto con mayor proporción de déficit es el militar, razón por la cual el Estado debe destinar recursos impositivos para cubrir el desequilibrio.

Cuadro 11  Gastos de las Instituciones de Seguridad Social  (2003-2007) (en millones de pesos)
Entidad
2003
2004
2005
2006
2007
Caja de Retiros de la Policía Federal
657.945.549
756.457.100
799.004.000
827.154.000
969.645.000
Instituto Retiros y Pensiones Militares
1.410.220.402
1.446.167.000
1.454.769.000
1.467.664.000
1.476.942.000
Administración de la Seguridad Social. ANSES
23.924.364.413
24.571.037.720
28.965.287.000
35.609.272.116
47.175.129.941
Total
25.992.530.364
26.773.661.820
31.219.060.000
37.904.090.116
49.621.716.941

Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos Nacionales 2003 a 2007.



Cuadro 12. Gastos de las Instituciones de Seguridad Social  (2008-2010) (en millones de pesos)


Entidad
2008
2009
2010
Caja de Retiros de la Policía Federal
1.327.672.083
2.070.966.000
2.070.966.000
Instituto Retiros y Pensiones Militares
1.833.524.661
2.362.429.000
2.362.429.000
Administración de la Seguridad Social. ANSES
68.300.033.000
114.995.896.000
101.813.838.000
Total
71.461.229.744
119.429.291.000
106.247.233.000

Fuente: Elaboración propia en base a los Presupuestos Nacionales 2008/2009 y 2010.


Conclusiones

El nuevo escenario que- desde diciembre del 2001- abrió el colapso de la Convertibilidad reflejó de manera nítida que las sucesivas reformas ensayadas durante la década de los 90 no habían logrado resolver gran parte de las problemáticas  estatales históricas (como el déficit fiscal, la deuda externa, su papel en la redistribución equitativa de los ingresos y en el acceso a los bienes y servicios públicos, etc.) y que  la disminución del aparato administrativo y de sus agentes –en tanto condición sine qua non de todas las reformas implementadas- contribuyó –más que a su eficiencia- a la “construcción política de la debilidad estatal” (Vilas, 2001).









Como se mencionara al comienzo de este trabajo, durante la década de los 90 el mayor aumento en el gasto público estuvo representado por el pago de los intereses de la deuda pública externa, cuyo crecimiento - como porcentaje del PBI, entre 1992 y 2000- alcanzó un 70% (Bermúdez, 2002). A su vez, los gastos vinculados con la administración gubernamental (P.E, P.L y P.J) representaban una porción muy baja en el total de las erogaciones, en tanto que  el gasto en inversión pública  era casi nulo, como resultado del aumento de los subsidios al capital concentrado y por efecto de las privatizaciones. Bajo esta lógica, la política de ajuste fiscal imperante estuvo destinada –principalmente- a cubrir la pérdida de ingresos del sistema previsional y a pagar los intereses de la deuda, con el consiguiente deterioro de las funciones del Estado orientadas a la promoción del desarrollo económico, educativo, tecnológico y social.  

A partir del año 2003, Argentina retoma la senda del modelo de “crecimiento compartido” que, implementado desde el año 1946, continuó con diferentes alternativas hasta los años 74/75 del siglo pasado. Como se muestra en el cuadro 16, dicho perfil de desarrollo – a diferencia de la década de los 90- no está basado en el financiamiento externo, ha comenzado a reconstruir las capacidades competitivas en materia de inversión, innovación, educación e infraestructura, ha eliminado el déficit fiscal vía crecimiento de ingresos y ha transformado el déficit en la cuenta corriente del balance de pagos en superávit por la vía del desendeudamiento y del superávit fiscal (Cárcamo y Tenewicki, 2010).







Cuadro 13 : Principales Características del Modelo Neoliberal y del Modelo de Crecimiento con Inclusión Social

MODELO NEOLIBERAL (década de los 90)
MODELO DE CRECIMIENTO CON INCLUSIÓN SOCIAL (a partir del año 2003)
Agenda local impuesta por los organismos financieros internacionales
Agenda local definida en función de los intereses nacionales y regionales
Crecimiento vía endeudamiento
Crecimiento sin financiamiento externo
Déficit Gemelos
Superávit Gemelos
Ajuste del gasto público
Expansión del gasto sin déficit
Crecimiento en sectores de servicios
Crecimiento en sectores productores de bienes
Política monetaria pasiva
Política monetaria activa
Tipo de cambio fijo y sobrevaluado
Tipo de cambio flexible y competitivo
Flexibilización laboral / Tasa de desempleo de 2 dígitos
Derogación de la Ley de Flexibilización y tasa de desempleo de 1 dígito
Privatizaciones
Estado Empresario
Política de Externalización de  Servicios
Estado Planificador/ Promotor del desarrollo científico y  tecnológico
Servicios Públicos con fines de rentabilidad
Servicios Públicos como garantía de acceso e igualdad y como factor de desarrollo y cohesión social
Exclusión social // Políticas Focalizadas
Inclusión social // Políticas Universalistas (Asignación Universal, Ley de financiamiento educativo, aumento de los beneficiarios de jubilaciones y pensiones, etc.)
Contrato Mercantil
 Nuevo  Contrato Social y Político

Fuente: Elaboración propia en base a Barrios (2006).



Bajo un marco de crecimiento económico sostenido –con una tasa anual acumulativa entre 2002 y 2010 del 7,6%-, el superávit primario promedió- entre los años 2003 y 2010- casi tres puntos del PBI (gráfico 4), siendo determinante el incremento de los recursos (vía retenciones a las exportaciones, impuesto al cheque, mayores ingresos por reactivación económica y por expansión del empleo registrado, entre otros) como la mayor eficiencia de las entidades recaudadoras  (Cifra-CTA, 2011).


                                 
GRÁFICO  4






Fuente: CIFRA-CTA (2011)


Estas metas fiscales apuntalaron el proceso de inclusión social impulsado por las gestiones presidenciales de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner, como lo demuestra el predominio del gasto en seguridad social, que absorbe más de la mitad del gasto social. Aquí cobra preponderancia la inclusión de nuevos beneficiarios al sistema de jubilaciones y pensiones, que al año 2010 alcanzaba a más de 2 millones de personas y la Asignación Universal por hijo, que involucra a más de 3.500.000 niños y adolescentes.  En tanto, la evolución constante del gasto en educación y en ciencia y tecnología ha sido otra de las prioridades de las políticas gubernamentales del período (cuadro 14), implicando -para el 2010- el 6,47% del PBI.

















Cuadro 14: Gastos destinados a Educación, Ciencia y Tecnología (2005-2010) (en millones de pesos)


Concepto
2005 (1)
2006 (1)
2007 (1)
2008 (1)
2009
2010
Educación (2)
5.377,4
7.616,2
11.000,8
13.231,2
16.988,1
19.104,9
Ciencia y Técnica
1.195,9
1.619,5
  2.291,3
  2.993,3
  4.527,4
  5.175,8
Otras Funciones
     90,0
     64,4
      63,4
     165,1
     162,1
     262,1
Total Gastos corrientes yde capital
6.663,3
9.300,1
13.355,5
16.389,6
21.677,6
24.542,8
Aplicaciones Financieras
     10,3
    11,3
       11,0
      11,2
       12,6
       15,7
TOTAL
6.673,6
9.311,4
13.366,5
16.400,8
21.690,1
24.558,5

(1)   Gasto Devengado.
(2)   Incluye el gasto de las Biblioteca Nacional y del Congreso de la Nación.

Fuente: Mensaje de Remisión del Proyecto de Presupuesto Nacional 2010.



 Los gastos de capital conforman otro de los rubros decisivos para las políticas públicas encaradas desde el 2003, particularmente  en lo que concierne a la inversión real directa (obras viales, corredores ferroviarios, obras de agua potable y saneamiento, inversiones de las empresas públicas, etc.), sumado a  las transferencias de capitales a provincias y municipios  para el financiamiento de la inversión real. Su participación en el gasto público total pasó de representar un 5,32% en el año 2003 a un 14% para el 2010, con marcados incrementos hacia fines de los años 2008 y 2009, en tanto respuesta para paliar los efectos de la crisis mundial sobre la Argentina. En otro orden, la re-estatización de varias empresas de servicios públicos, así como el giro realizado en materia de deuda pública y en términos de crecimiento del volumen de reservas del BCRA (con más de 52.000 millones de U$$ hacia fines de 2010), componen otras de las acciones necesarias para recuperar la capacidad de toma de decisiones colectivas en manos del Estado.


El nuevo posicionamiento también puede asociarse con las características del modelo “neo- desarrollista”, que le otorga al Estado un papel central en el diseño de una estrategia nacional de desarrollo, y no limitado – como antaño- a garantizar la propiedad privada y el cumplimiento de los contratos (Bresser Pereira, 2007). Asimismo, los cambios que se advierten en el presupuesto nacional desde el año 2003 hasta el 2010 resultan una manifestación del reestablecimiento y de la garantía de derechos ciudadanos que, como señala Sader (2009), sólo pueden lograrse por medio de políticas gubernamentales. En el caso argentino, las políticas públicas que han sido dominantes en la orientación del gasto expresan una nueva articulación de intereses en la esfera pública y -de su progresiva consolidación- dependerá la posibilidad de superar –en el marco de la democracia- tres de las tensiones que históricamente atravesaron a nuestro país, como fueran la tensión entre gobernabilidad y calidad institucional, la tensión entre estabilidad macroeconómica y crecimiento y la tensión entre inclusión social y distribución del ingreso.  






Bibliografía

·        Barrios, Alejandro (2006) “¿Todo es igual? Nada es mejor? ¿El actual modelo económico es igual al vigente en la década 1991-2001?”, en Revista de la Facultad de Ciencias Sociales Nº 65, UBA, Bs.As, (págs, 22 a 23).
·        Bermúdez, Ismael (2002) “El mito del gasto público”, en Clarín.com, suplemento económico, 26/05/2002.

·        Bresser Pereira, Luiz Carlos (2007) “Estado y mercado en el nuevo desarrollismo”, en Revista Nueva Sociedad Nº 210, Julio –Agosto, Caracas.

·        Cárcamo, José y Tenewicki Marta (2010) “Distribución del ingreso en el período 2003-2009. Experiencias comparadas”. En  Cárcamo, J (comp.) Economía y ensayos de economía política, Proyecto Editorial, Buenos Aires.

·        CIFRA/CTA (2011) “El nuevo patrón de crecimiento: Argentina 2002-2010”, Informe de Coyuntura Nº 7, Mayo, Buenos Aires.

·        Ferrer, Aldo (2010) “La nueva economía argentina”, en diario BAE,  8//10/2003 (Nota de contratapa).

·        López, Andrea y Zeller Norberto (2010) “Un balance de las reformas administrativas en el Estado Nacional a 25 años de democracia”. Documento de Trabajo Nro 1, INAP, Dirección de Investigaciones, Bs. As.

·        Oszlak, Oscar (1994) “Estado y Sociedad: Las nuevas fronteras”. En En Kliksberg Bernardo (comp.): El Rediseño del Perfil del Estado, Fondo de Cultura Económica, México.

·        Sader, Emir (2009) “El Nuevo Topo”, Editorial Siglo XXI-CLACSO, Buenos Aires.

·        Vilas, Carlos (2001) “La Piedra en el Zapato: Estado, Instituciones Públicas y Mercado”. Buenos Aires, Mimeo.



Fuentes

·           Mensajes de Remisión del Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Pública Nacional. Años 2003 a 2010.

·        Leyes de Presupuesto General de la Administración Pública Nacional. Años 2003 (Ley 25.725) ,2004 (Ley 25.827) ,2005 (Ley 25.967) ,2006 (Ley 26.078), 2007 (Ley 26.198), 2008 (Ley 26.337), 2009 (Ley 26.422) y 2010 (Ley 26.546).







ANEXO





[1] Los autores agradecen la asistencia técnica de Dolores Gutiérrez, Rosario Gorosito y Gustavo Durante.
[2] No se consigna el análisis del Presupuesto Nacional del año 2011, debido a que-para ese año- se dispuso la prórroga del Presupuesto  2010 (Dec.2053/10), ante la negativa de los partidos de oposición para dar tratamiento  legislativo a la propuesta del Poder Ejecutivo.
[3] Bermúdez señala que -entre 1994 y el 2001- por la reforma previsional y la reducción de los aportes patronales (...) “el Estado dejó de recaudar unos 70.000 millones de pesos: 30.000 millones fueron a las AFJP y otros 40.000 millones a las empresas por la reducción de las alícuotas de las cargas sociales” Clarín.com, 26/05/2002).
[4] Los servicios de la deuda pasaron de representar el 1,99% del PBI en 1991 al 5,33% en el 2001. Sólo en 2001 los intereses representaron 14.323 millones de pesos o dólares equivalente a todo el déficit fiscal consolidado (Bermúdez, 2002).
[5]  A nivel de  la APN,  cobra vital importancia la sanción - en el año 2004- de la Ley de Responsabilidad Fiscal (Ley 25.917) que impone restricciones al aumento del gasto primario, estableciendo que el mismo no puede superar el crecimiento nominal del PIB.
[6] En el primer caso, se aceptó el 76,15% (U$$ 62.318 millones) de la propuesta efectuada por el gobierno, con lo que Argentina dejó formalmente su situación de default (Mensaje de Remisión del Proyecto de Ley de Presupuesto 2006). En el segundo caso, se canceló deuda por un total de U$$ 9530 millones con reservas internacionales de libre disponibilidad del BCRA (Mensaje de Remisión del Proyecto de Ley de Presupuesto 2007).
[7] A pesar del gran incremento que han tenido, para el año 2010 las Contribuciones a la Seguridad Social representan  sólo el 28,25 % de los ingresos presupuestados, mientras que el resto  lo eroga el  Estado Nacional: De cada 10 pesos del gasto, 6 pesos se destinan al gasto Social, para garantizar el pago de las jubilaciones y pensiones y de los demás gastos sociales a cargo de la ANSeS.

[8] El aumento incide también en el pago de los subsidios que se otorgaban a jubilados y pensionados del Sistema Nacional de Seguridad Social, y en el monto de las Pensiones no Contributivas.

[9] También se amplía el número de beneficiarios de pensiones a Ex combatientes y se incrementan las prestaciones de las asignaciones familiares, debido a la incorporación de nuevos trabajadores que percibirán el beneficio como consecuencia del corrimiento de los rangos de ingreso (Mensaje de Remisión del Proyecto de Ley de Presupuesto 2006).
[10] Mensaje de Remisión del Proyecto de Ley de Presupuesto General de la APN del año 2007. Cabe resaltar que, para  2001, era del 6,5% (Zeller, 2002). 

[11] Mientras en 2003 representaba el 10,19% del total del gasto social, en 2004 baja al 9,44% y decae hacia el 7,74% en 2005, al 5,86% en 2006  y 4,20% en 2007.

[12] Los porcentajes sobre el total de la finalidad son: 2003: 7,61%;  2004: 8.93%; 2005: 10,07%; 2006: 10,42%  y 2007: 4,57%. Para este último año, se observa una diferencia sustantiva entre la suma aprobada (ver cuadro 5) y el monto elevado en el Proyecto de Ley de Presupuesto, que ascendía a $ 8.402 millones.
[13] Los porcentajes sobre el total del gasto social son: 2003: 9,82%, 2004: 5,75%; 2005: 5,62% ; 2006: 5,70%  y 2007:  6,02 % .

[14] Cabe destacar que dicho Programa cuenta con la participación Ministerio de Educación, la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y la Jefatura de Gabinete de Ministros.
[15] Cabe resaltar que, a los efectos de conocer el conjunto de la inversión que realiza el Estado en esta materia, a estas erogaciones deben agregarse las destinadas a los Fondos Fiduciarios, los otros Entes del Sector Público Nacional y las Empresas Públicas Nacionales que se presentan en forma separada, formando parte del “Sector Público Nacional”. 

[16] Los porcentajes para los años 2005 a 2007 son: 41,30%, 41,54% y 41,59%, respectivamente.
[17] Sin embargo, cabe destacar que -desde el año 2008- el gasto de energía y transporte va disminuyendo proporcionalmente - 80,57 % en el 2010, es decir tres puntos menos-, aunque aumenta sus montos nominales respecto del total.

[18] Esta función  ocupa –para 2010-  el 2,63 % del total de la finalidad, vinculado -en su mayor parte- a la política de saneamiento del Riachuelo y las políticas de la ACUMAR.  
[19] También se incluyen los gastos derivados de la Oficina Anticorrupción, en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
[20] Cabe destacar que, para el año 2005, se realizaron actos electorales y –además- se produjo la cancelación de algunos convenios entre Nación y Provincias, así como la liquidación de deuda por subsidio a los consumidores residenciales de gas, fundamentalmente de la Patagonia, hechos éstos que explicarían –junto a otros fenómenos-la variación interanual que se observa en la función. (Mensaje de Remisión del Proyecto de Ley de Presupuesto General de la APN del año 2007)
[21] Según el clasificador presupuestario “en esta jurisdicción se asignan créditos para brindar asistencia financiera a distintas áreas de los sectores público y privado y, además, se atienden obligaciones emergentes de compromisos con organismos provinciales, nacionales e internacionales. Contempla los gastos que no pueden ser asignados a ninguna jurisdicción o entidad de la Administración Pública Nacional”.  A su vez, por medio de “Decisiones” de la Jefatura de Gabinete de Ministros se han reasignado partidas por distintos conceptos provenientes de esta jurisdicción.


[22] Por su relevancia numérica, este apartado focaliza específicamente su análisis en el Poder Ejecutivo. 
[23] Cabe destacar que -en el año 2003- el Presupuesto Universitario implicaba el 0,48% del PBI.
[24] Cabe aclarar que -con posterioridad a la aprobación presupuestaria- se creó el Ministerio de Seguridad que traspasa bajo su órbita la función de seguridad interior,  la Gendarmería Nacional y la Prefectura Nacional.

[25] Para 2004 tuvieron asignados $ 3.302.441.055,  en 2005: $4.500.229.173 y en 2006:$ 6.815.594.609.
[26] Los porcentajes exactos son: 44,12% en 2004,  45,15% en 2005, 49,38% en 2006 y 53,90% en 2007.
[27] Los porcentajes exactos son: 2004: 18,19%,  2005: 19,35%, 2006:18,41%  y 2007: 18,09%.
[28] En estos dos últimos casos adquieren relevancia las instituciones de seguridad social que se analizan en el ítem siguiente.
[29] Para un mayor detalle de los OD, ver cuadro en anexo.
[30] El porcentaje exacto para cada año es: 2003: 92.04%;  2004: 91,77%;  2005: 92,78% y 2006: 93,94%. 2007: 95,06%

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Arturo Jauretche